nike cortez

Vamos a imaginarnos que nos encontramos en Estados Unidos durante la década de los 70. El movimiento hippie ya había dado sus últimos coletazos, el país lideraba uno de los dos bloques en los que se dividía el mundo, Nixon se convertía en el primer presidente en dimitir tras el escándalo Watergate, la Guerra de Vietnam llegaba a su fin, y… correr se empezaba a poner de moda. En este contexto debemos situar los antecedentes de Nike, que por entonces apenas contaba con 10 años de historia y ni siquiera se llamaba Nike, sino Blue Ribbon Sports. Imaginemos ahora a los jóvenes Phil Knight y a Bill Bowerman, sus fundadores, que unos pocos años antes habían convivido en el ambiente universitario de Oregon. Phil, en su faceta de corredor, siempre había tenido problemas para encontrar zapatillas. Bill (que era su entrenador) fue uno de los que había importado la moda del jogging desde Nueva Zelanda.
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En 1972 nacen las zapatillas Nike Cortez como la primera obra maestra de Bill Bowerman; desde sus inicios el diseño de estas zapatillas estaba enfocado a ofrecer un calzado de running más ligero e impermeable que cualquier otra zapatilla hasta el momento.

concretamente hasta 1971. Entonces Phil Knight y Bill Bowerman importaban las Onitsuka Tiger (actuales Asics) de Japón. Casualmente, uno de los ex-alumnos de Bowerman fue Geoff Hollister, quien ayudó a Nike en el diseño de productos como las Acqua Sock o el Windrunner. Las inquietudes de unos y otros confluyeron en la búsqueda de las zapatillas de running perfectas, hasta que —al igual que con la máquina de gofres— la inspiración llegó de un objeto tan cotidiano como unas increíblemente ligeras chanclas de baño. Y ese fue el motivo por el que el primer prototipo de la Nike Cortez estuvo basado literalmente en destrozar una chancla. 
El caso es que las Nike Cortez, todo un icono de la época, empezaron llamándose Tiger Cortez o “the Tiger Corsair” hasta que Blue Ribbon Sports (entonces Nike) y Tiger «dejaron de ser amigos«, motivo por el que en 1972 Nike definitivamente se erigió como marca independiente. Tras las medidas legales que determinaron que pasaba a ser zapatilla propiedad de la marca de Oregon (por suerte para ellos), tomaron su nombre actual y se presentaron en sociedad en los J.J.O.O. de 1972, de ahí que el número 72 acompañe muchas veces a la zapatilla.